FIESTAS DE PERALTILLA 2018

Un año más, a petición del Sr. Alcalde D. José Pedro Sierra, me asomo  a las páginas de este programa de las Fiestas Mayores en honor a nuestro patrono San Joaquín. Quizá este sea el escrito de mi despedida como escritor de este programa, debido a mis muchos años y también  a lo difícil que me resulta encontrar temas relacionados con el pueblo, viviendo lejos de él.

Según me indica José Pedro, este año quieren que se escriba sobre los últimos 40 años. Para mi resulta algo muy  difícil, puesto que ya hace 44 años que no resido en el pueblo y por tanto no estoy al detalle de los acontecimientos ocurridos  en dicho periodo.

No obstante, escribiré algo sobre la vida y acontecimientos desde nuestra infancia, juventud y década de los 90.

Allá por el año 140 a.C. Cicerón, decía: Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño. Por tanto, para que los jóvenes de ahora sepan algo de lo ocurrido antes de ellos nacer, y para los mayores sirva de recuerdo.

 


Fiestas del año 1941. Pepe Luis de Palacio, José Latorre, Ramón Rais de Zaragoza y Alfredo Coronas


Nuestra infancia, como la de todos los niños, fue una infancia feliz, creo que como la de todos los niños de siempre. Nuestra generación nacidos entre los años 1928 y 1934, fuimos los niños de la Guerra Civil, los de las dos Españas: la republicana (Frente Popular) y la franquista. En aquellos años no teníamos juguetes, como los niños de ahora, pero  aguzábamos nuestro ingenio para hacer los nuestros, hacíamos con latas de sardinas: camiones, coches y trenes. Nos creíamos ingenieros haciendo carreteras, caminos y puentes.

Pero como la felicidad no siempre dura, en el año 1936, llegaron unos años poco edificantes para los niños, y tenebrosos y malos para los mayores. Se declaró la Guerra Civil y durante el mes de agosto vimos cosas horripilantes. Vinieron varias veces unos milicianos llamados Los Aguiluchos a buscar al cura para matarlo y nunca lo encontraron, pues un vecino del pueblo lo tenía escondido en una caseta de monte. Recuerdo que una de esas veces subían por la calle aquellos facinerosos, que, al llegar frente a casa de Cavero, donde tenían en una hornacina, encima de la puerta, una imagen de la Virgen de los Dolores, la apedrearon hasta destrozarla. La Señora Emilia que estaba en la puerta de su casa les afeo su hecho diciéndoles ¿qué mal os hace esa imagen? Uno de aquellos hombres le encaro con su escopeta para dispararle, ella se metió en su casa y salió corriendo por el corral para esconderse en uno de los catrones  de detrás de su casa, no obstante aquel hombre entró en su casa y la registró, seguro que de haberla encontrado la hubiera matado.

Unos días más tarde vinieron unos hombres de fuera acompañados por algunos del pueblo, quemaron en una hoguera frente a la iglesia, todos los archivos parroquiales, ornamentos y libros; las imágenes y los pocos bancos que había, que eran de madera, una vez destrozados los almacenaron en el horno para servir de leña para cocer el pan.
Al día siguiente volvieron aquellos personajes y quemaron, en una hoguera en la placeta de San Joaquín, todo lo que había dentro  de la ermita, este día también había algunas personas del pueblo, que hacían guardia a la entrada del camino de San Joaquín no dejando pasar a nadie, y para ver la hoguera muchos mayores y niños la vimos desde la era de Malo.

En abril de 1938, entraron en Peraltilla los franquistas, y tampoco fueron años buenos, pues día sí y día no, venía la Pareja de la Guardia Civil y se llevaba a jóvenes y casados, esposados, a la cárcel de Barbastro. Jóvenes y casados  que se habían significado en algo durante el periodo anterior.

En septiembre de ese año vinieron los maestros Dña. Petra y D. Alfredo Ruiz,  los niños por la mañana  empezábamos  la clase puestos en fila y con el brazo en alto nos hacían cantar el Cara al Sol, y en el recreo hacíamos la instrucción con unos fusiles de madera que nos había hecho el Sr. Ventura Chic (el abuelo), y los domingos íbamos a misa vestidos de falangistas y en formación y a la salida de la misa, ante la gente, hacíamos un poco de instrucción militar.
Nuestra adolescencia y juventud fue feliz, hacíamos grupos de amigos y empezaron a gustarnos las chicas por lo que salíamos todos juntos a pasear por la carretera, e íbamos a bailar a la calle delante de casa Zamora, pues los mozos no nos dejaban entrar al baile que hacían en Casa Lugar.

En la fotografía, eran las fiestas del año 1941. La fotografía está tomada delante de un panel que el fotógrafo ponía delante de la casa del Sr. Alberto.


En el año 1949, me fui voluntario a la mili y desde entonces mis visitas a Peraltilla eran ocasionales hasta el año 1953 que requirieron mis servicios profesionales.

En el año 1974, por concurso de funcionarios del Estado, me fui a Cataluña, por lo que de esos 40 años de transición y  democracia poco puedo comentar y escribir.

En el periodo de estos 40 años, creo que fueron alcaldes  D. José María Craver Cebollero, D. Luis Tricas Otal y el más longevo  D. José Pedro Sierra Cebollero. Todos ellos han trabajado con tesón, ilusión y buenos hechos.

Peraltilla en estos años ha sufrido un cambio espectacular. Se han realizado muchas infraestructuras muy necesarias:
El alcantarillado para las aguas residuales, el parque, la casa de la cultura, la remodelación del ayuntamiento con despacho para los médicos y las enfermeras, las piscinas municipales, remodelación de la plaza Mayor, la plaza de la Iglesia y la del Castillo, reestructuración de las calles y nueva nomenclatura en algunas de ellas, reparación de la iglesia parroquial y de la ermita de San Joaquín. En fin, y lo más importante, que todos estos cambios han mejorado la calidad de vida y la cultura de los vecinos.

También recuerdo la década de los años 90, sucedieron acontecimientos sociales muy importantes:  en el año 1993 presentación del libro Peraltilla en el Somontano, del que soy autor; en el año 1996 la celebración más bonita e importante realizada en Peraltilla desde siempre, fue el reencuentro de los peraltillenses que vivimos fuera con los que viven actualmente en el pueblo, fue un día feliz, emocionante y maravilloso; además, se realizó la presentación del escudo y la bandera municipal con la asistencia de autoridades, autonómicas, provinciales y comarcales; en 1997 entrega del libro Diccionario Heráldico de los Apellidos de Peraltilla, del que soy autor; Nombramiento de hijo predilecto de Peraltilla con entrega de la medalla por el alcalde D. José Pedro y presidido el acto por autoridades autonómicos, provinciales y comarcales.

Ésta, creo, es mi última historia, espero os haga recordar estos acontecientos que son historia viva de Peraltilla. Os deseo a todos que paseis unas buenas y felices Fiestas y sobre todo que gocéis de una estupenda salud. Con el pensamiento estaremos con vosotros.


Alfredo Coronas Nadal
Fiesta 2018